Más de 2.000 personas desafiaron la lluvia este sábado en Sao Paulo y manifestaron contra lo que denuncian como una persecución a los grupos religiosos afrobrasileños.
"La marcha de Axé" (se le "aché", fuerza de la vida en la religión afrobrasileña candomblé) se desarrolló en el parque Ibirapuera de la capital económica de Brasil, y contó con participación de grupos homosexuales y organizaciones no gubernamentales antirracistas.
Los manifestantes representaban a los mayores credos afrobrasileños, como candomblé y umbanda, y reclamaban "libertad de expresión" religiosa y que se ponga término a la injusticia, la intolerancia y el racismo que aseguran padecer.
"Queremos inclusión y tolerancia", afirmó Jorge Scritori, uno de los organizadores de la marcha, según el cual los seguidores de las religiones afro-brasileñas son víctimas de violencia y discriminación.
Los fieles del candomblé y la umbanda realizan manifestaciones anuales contra la intolerancia religiosa desde 2008, luego de que numerosos locales de ambos credos fueran saqueados y sus líderes atacados.
Algunos de sus dirigentes responsabilizan de esos ataques a los cristianos evangélicos, que han multiplicado su influencia en los últimos años en Brasil, sobre todo entre la población más pobre.
Cerca de la mitad de los 191 millones de brasileños son descendientes de africanos.
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