miércoles, 29 de junio de 2011

Mensaje Final del Seminario Regional de Vida Religiosa Afroamericana (Quito, 2011)


A NUESTRAS/OS HERMANAS/OS AFROAMERICANAS/OS Y CARIBEÑAS/OS - Junio 29 de 2011

Queridas/os Hermanas/os en Cristo Afro y en nuestra Señora de Aparecida, Madre de las/os Afroamericanas/os:

Reciban desde Quito, capital del Ecuador, un cálido saludo de parte de cada una/o de nosotras/os, religiosas/os Afro, reunidas/os, en la Casa de Retiro de las Hermanas Bethlemitas, del 22 al 24 de junio de 2011.

Hemos venido desde diferentes países: Brasil, Colombia, Haití, República Dominicana, México, Ecuador y algunas/os de nosotras/os somos originarias/os de Mozambique y Kenia. Nos hemos congregado para reflexionar alrededor del tema: Presencia e incidencia de la Vida Religiosa (VR) Afro latinoamericana y caribeña en los pueblos Afro. El lema del Seminario, “Escuchemos a Dios caminando con el pueblo Afro”, nos ha inspirado a dejarnos conducir en nuestra reflexión por la fuerza renovadora del Espíritu de Pentecostés. 

El objetivo general propuesto para este Encuentro fue apoyar los procesos de reflexión teológica e identidad misionera de la VR afroamericana y caribeña frente a los pueblos Afro, con miras a afianzar sus búsquedas locales, nacionales y regionales, respondiendo así a los clamores de los nuevos escenarios y sujetos emergentes.

Una vez más, hemos constatado que la VR Afro es una realidad en la Iglesia latinoamericana y está presente y activa en las comunidades tradicionales Afro, acompañando al movimiento afroamericano y también a la gente en los barrios marginados de las grandes ciudades, donde se encuentran millones de nuestras/os hermanas/os Afro, desplazadas/os por la violencia y golpeadas/os por la injusticia.

En este Encuentro hemos escuchado los clamores de la Vida Religiosa Afro y de nuestros pueblos Afro, clamores comunes desde diferentes geografías, que son gritos y súplicas desde nuestras  realidades de pobreza y de violencia. Nos falta fortalecer nuestra identidad y nos encontramos en una búsqueda incesante de reconocimiento por parte de la sociedad y de la Iglesia.

Hemos elaborado nuestras convicciones a la luz de la Palabra de Dios que nos anima y nos provoca a continuar en el camino, que vamos construyendo juntas/os.

Estos encuentros organizados por la CLAR, nos invitan a avanzar, a no detenernos. Nos ayudan a descubrir que nuestras luchas y nuestros sueños son los mismos. Nos permiten ver lo que estamos haciendo en los diferentes países. Nos enriquece el aporte valioso de cada una/o y nos estimula a no estancarnos; para ello, es muy importante la evaluación de nuestro trabajo.  Así, reafirmamos nuestras convicciones de identidad, de territorio, de organización, de formación y también la importancia de la transformación, de los cambios en las estructuras sociales, para que la Vida Religiosa Afro tenga su espacio en la vida en general y en la propia Iglesia. Estas convicciones nos invitan a superar los estereotipos y prejuicios en las relaciones interpersonales e interculturales.

Nuestros acentos teológicos-pastorales encuentran su fuente en el Documento de Aparecida (No. 91): “Los indígenas y afroamericanos emergen ahora en la sociedad y en la Iglesia. Este es un Kairós para profundizar el encuentro de la Iglesia con estos sectores humanos que reclaman el reconocimiento pleno de sus derechos individuales y colectivos, ser tomados en cuenta en la catolicidad con su cosmovisión, sus valores y sus identidades particulares, para vivir un nuevo Pentecostés eclesial”. Este texto iluminador nos invita a transmitir la presencia y la acción de Dios desde la cultura Afro. Se trata de un Dios cercano, providente, alegre y bondadoso. También rescatamos la expresión Afro en nuestras relaciones, la palabra, el gesto, el cuerpo, la simbología, la naturaleza y el instrumento. En general, todos nuestros acentos teológicos-pastorales nos estimulan a leer la presencia y la revelación de Dios en la historia del pueblo afroamericano.

Hoy, mirando la realidad del pueblo, nos sentimos llamadas/os a trabajar en red: Intercongregacionalmente, con la pastoral Afro y en particular con el Secretariado de Pastoral Afroamericano (SEPAM), con las organizaciones Afroamericanas y con todas las fuerzas vivas, comprometidas con la causa Afro del Continente.

Las/os religiosas/os Afroamericanas/os que nos hemos reunidos, queremos expresar a nuestras/os queridas/os hermanas/os religiosas/os Afros que no están solas/os y aunque a veces se sientan incomprendidas/os, recuerden que estamos juntas/os en este proceso que va encaminado a acelerar hoy la llegada del Reino de Dios. Las/os acompañamos desde nuestro compromiso de fe con Dios y también desde la sabiduría que viene del pueblo Afro y de los documentos que nos ofrece la Iglesia.

Estamos sistematizando el camino recorrido en el proyecto Afro-CLAR, para ofrecerles un subsidio que permita ver cómo la VR Afro está radicada en una reflexión teológica y bíblica desde la realidad Afro.

Todas/os las/os presentes estamos unidas/os en un mismo ideal y fortalecidas/os por la convicción de que el pueblo negro ofrece a la Iglesia, a través de su cultura, la inspiración para la transformación de la sociedad y la transfiguración de la VR en la Iglesia, siempre al servicio de la vida.

Desde el punto a donde hemos llegado, rememos mar adentro (cf. Fil 3, 16)… confiando en la Palabra de Cristo. 

Con cariño,

Religiosas y Religiosos Afro

lunes, 27 de junio de 2011

Eduardo de la Serna: Una reflexión sobre la “espiritualidad” Mi paso por Tumaco


Creo que “espiritualidad” no se trata alimentar una parte de la persona humana, la interior (“el espíritu”), y llenarla de nutrientes, o de “cosquillas”. Eso me parecería dualista, y además dudosamente evangélico. Eso permitiría –en la práctica- que sólo quienes tienen la ocasión, puedan ser “espirituales”. Así, unos –por pertenecer a la vida “religiosa”, por ejemplo, podrían serlo, mientras otros –en general los laicos, con la excepción de aquellos/as que “no tienen nada que hacer”- difícilmente sean verdaderos espirituales. Unos –los primeros- tienen oportunidad de rezar, leer libros “espirituales” (que alimentan o hacen “cosquillas” en el espíritu), participar de sacramentos, mientras que los otros –el 99%- no tienen esa oportunidad. Y serían –en la práctica- una suerte de “cristianos de segunda categoría”, casi “de ocasión”.

Por el contrario, creo que “espiritual” es todo aquello o aquella persona que en su vida es conducido por el Espíritu de Dios, y colabora en esa conducción. Se trata de la vida toda, no de un momento de esta, del que sólo puede gozar quien “tiene tiempo”.

No voy a cuestionar a los primeros, a los que pueden aprovechar para leer buenos libros, en especial la Palabra de Dios, tener momentos fuertes de oración o participar de sacramentos, aunque –si tuviera la ocasión- me gustaría alertarlos sobre la posibilidad de que esas circunstancias los alejen de la vida cotidiana, precisamente de la vida según el espíritu, y creyendo ser espirituales se vuelvan todo lo contrario, por no saber reconocer el espíritu allí donde sopla. Evadirse de la realidad entre “salmos, himnos y cantos espirituales” no es espiritualidad sino todo lo contrario. Por evasión, precisamente.

Mi reciente experiencia en Tumaco fue –para mi- profundamente espiritual. Creo tener los ojos y los oídos entrenados para reconocer las cosas de Dios (o las que no lo son, que a veces es el mismo camino). No me creo ni soberbio, ni paternalista, ni “iluminado” por atreverme a decir que estoy convencido que ciertas cosas “son” y otras “no son” voluntad de Dios; ¡y atreverme a decirlo! Y aprender a escuchar o ver esa voluntad de Dios es –precisamente- espiritualidad. ¿Dónde sopla el espíritu de Dios en medio de la vida, y de la muerte? ¿Qué dice –o susurra- entre balas, llantos o risas de niños?; ¿por dónde camina entre palafitos, puentes desvencijados y esquivando moto-taxis?

Mirando la gente, sufrida y cálida, pacífica y profundamente humana, no puedo sino reconocer que allí también está el espíritu de Dios. O especialmente allí. ¿Cómo es posible que mujeres signadas por la violencia, a las que mataron un marido, o hijo/s sigan siendo cercanas, fraternas (sororales, para ser precisos en este caso), te reciban en su casa y no veas odio en sus ojos? ¿No está presente allí el espíritu? ¿No es ese mismo el espíritu que debemos beber y saborear? Las puertas abiertas, los niños jugando en la calle o en el agua, los saludos constantes, ¿no son vida, alegría y paz? ¿No son frutos de la presencia del espíritu? Aprender a ver brotes de vida no se trata de ilusión, u “opio del pueblo”, precisamente; es todo lo contrario. Se trata de tener sensibilidad y caminar junto a “la gente” porque es precisamente allí donde está soplando el espíritu. ¿No sería extraño que pretendamos que el espíritu de Dios -¡Dios mismo!- se limite a templos, liturgias o libros? ¿Se encierre en ellos? Debo decir, sin ninguna pretensión de mi parte, que soy testigo que el Espíritu de Dios está en Nuevo Milenio, o soplando por las calles de Tumaco. Precisamente entre las balas, o entre la desocupación, entre las pobres escuelas de pobres o las mujeres sin dientes y golpeadas, entre el alcohol y la pobreza miserable; allí, entre la inhumanidad. Allí está el espíritu de Dios como resistencia, o “aguante”, allí está como calidez humana, como sonrisa frecuente o como lágrimas, como palabra acogedora, como hospitalidad, o solidaridad, en suma: como humanidad. Curiosamente el espíritu de Dios parece encontrarse en medio de lo más humano o inhumano, y no tanto en lo aparentemente “divino”. Pero creo que hay que aprender a escucharlo, a verlo. Y creo que de eso se trata la “espiritualidad”.


Sin duda alguna creo que Tumaco es mucho más parecida a Nazaret o Cafarnaum que Buenos Aires, o Bogotá. Es precisamente en un pueblito como ese donde Jesús dijo que el “reino de Dios se está acercando”; es en un pueblito como ese donde es más fácil comprender que el reino se parece a una red de pesca, o donde Pablo puede coser carpas, o donde un trabajador manual esperar que venga alguien a contratarlo, o la mujer preparar la masa de los panes, o dónde conviene poner la lámpara en la casa, o hacer memoria de cuando podían sembrar y cosechar, antes que llegara el glifosato. Creo que en sus oídos las parábolas de Jesús resuenan de otra manera. De ese Jesús que vino a “anunciar la buena noticia a los pobres”. Creo que las luces de neón impiden habitualmente ver la luz viva poniéndola bajo un nuevo celemín, las bocinas de los autos aturden los murmullos de los niños que cantan, y el cemento no suele dejar crecer los lirios del campo. No que Dios sea ajeno a la ciudad, pero sí que la ciudad, las rejas, los guardias, con frecuencia suelen golpear a la mujer del Cantar impidiéndole el encuentro con el amado. No que el espíritu deje de soplar también en la ciudad, pero sí que es más fácil de escuchar entre risas de niños que entre motores, entre llantos de mujeres que entre anuncios de TV. Ciertamente otro entrenamiento de ojos y oídos es necesario en la ciudad, porque allí también sopla el espíritu de Dios, pero sin dudas conviene entonces empezar por mirar bajo los puentes, en los chicos de la calle, en los asilos o comedores, para poder empezar desde los últimos, como proponía Jesús.


Pero lo cierto es que en Tumaco fui testigo que está el Espíritu Santo, y mi paso por calles y casas, puentes y cañas, lágrimas y risas fue un fuerte momento de espiritualidad. Vi el rostro del Espíritu, o –mejor- el rostro con que el Espíritu eligió mostrarse y hablar, ¡rostro negro!, con danzas y juegos, con gozos y esperanzas, dolores y llantos, rostro humano. Muy humano. Y creo haber gozado de ese soplo del espíritu, de ese paso por mi vida. ¡Y no puedo callar lo que he visto y oído!


Eduardo de la Serna
Junio 2011


[1] Tumaco es una ciudad del Departamento de Nariño, Colombia, frontera con Ecuador. Según los diarios, “la posibilidad de ser asesinado en Tumaco es ¡9 veces mayor! Que en el resto de las ciudades de Colombia. En el año 2011, dicen, hubo 360 asesinatos. Y son 100.000 habitantes. Más del 90% son afros, pobres, mal ocupados. La guerrilla, los paramilitares (enfrentados entre ellos) marcan “a fuego” el clima de violencia. A veces, ser sicario por $ 10.000 (aprox. U$A 5) es una buena manera de “hacer unos pesos”. Tener un mototaxi, o “conchear” (salir a buscar moluscos), es otra... Las fotos de esta nota son mías.


lunes, 20 de junio de 2011

Entrevista a Oswaldo Bilbao (CEDET)




¿Cuál es la situación de las Comunidades Negras en el Perú, cuántas son, dónde están ubicadas y cuáles problemas tienen?

Vamos a las cosas concretas: Las comunidades negras están en la costa peruana, desde Piura hasta [...] Tama; ¿Cuántos somos?  No sabemos, no hay estadísticas, ni tampoco les interesa hacerlas, por ahora, y creo que ese es uno de los principales problemas.  No sabemos cuántos somos, sabemos dónde estamos, pero no sabemos cuántos somos, ni en qué situación estamos de manera oficial. Pero como organización hemos podido establecer algunos trabajos.  Creo que hay tres cosas fundamentales, y no vamos a hablar de la pobreza porque la pobreza abarca todo. Sólo pensamos que hay tres temas: educación, visibilización y, qué se puede decir, Derechos Humanos.  Creo que son tres temas fundamentales; al hablar de Derechos Humanos, hablamos del tema de racismo y discriminación, básicamente.

Estos tres temas nos han servido de base para  realizar algún tipo de trabajo, de investigaciones.  En el tema de educación, por ejemplo, del total de chicos negros o afro (como quisiéramos llamarlos) que terminan la educación secundaria o ingresan a una universidad, sólo el 1.9 llega a culminar una educación universitaria. Entonces, de cada cien, solamente uno o dos pueden terminar.

Y los mestizos ¿a cuánto llegan?

El tema del mestizo es bastante más alto; hay que tener en cuenta que la migración en el Perú, por problemas de guerra interna, ha creado nuevos centros. Si bien es cierto que hay algunos paupérrimos y otros que sí tienen un nivel de desarrollo, y muchos de ellos son gente que trabaja desde abajo y busca que sus hijos estudien.  El tipo negro no lo hace. Es la guerra interna, no la persona directamente, porque los grupos armados no asesinan a un negro. Pero, hay que tener en cuenta, y de allí vienen el segundo tema, la invisibilización y la discriminación.  A nosotros ni los grupos armados nos vienen, porque no quisiéramos que nos ataquen.  Pero aunque sea reclutar chicos, nada de eso, ni tampoco lo ve el Estado.

No hay políticas especiales para que estos chicos no se metan dentro de la guerrilla en ese tiempo. Eso es lo que le venimos reclamando a la Comisión de la Verdad. ¿No hicieron el gran estudio para ver cuántos eran los muertos? Claro, no hubo hombres ni mujeres negras muertos, porque ni al Estado ni a los subversivos les interesaba.

Por lo tanto, ellos van a morir por inanición.  Esta es más o menos una de las conclusiones.  El tema de invisibilización es patente.  El Estado no está interesado en hacer un censo étnico.  No sólo para los grupos negros, sino para los diferentes grupos, como los indigentes, por ejemplo.

Los únicos que tienen una aproximación de los que son, son el grupo amazónico, ellos han hecho su auto censo. No fue el Estado, fue con el apoyo del Estado, pero no es que el Estado lo haya propuesto.

¿El grupo afro no puede hacer su auto censo?

Claro, pero los costos para hacer ese auto censo...  Estamos haciendo un trabajo que debe terminar en marzo: una encuesta, un tipo de diagnóstico en cada una de las comunidades, una encuesta de hogares con una aproximación del 96 al 97% de precisión.  Es un trabajo técnico, estadístico, bien hecho.  Vamos a poder tener un acercamiento general: no vamos a tener verdaderamente cuántos somos, pero sí la situación de la comunidad negra en sí, como tal.  No todos son afrodescendientes dentro de la comunidad, hay mucha migración indígena, pero culturalmente son negros, se sienten negros.

Si uno va al Carmen, ve chicos indígenas bailando zapateo.  Pregúnteles.  Conversamos con un chiquito y le preguntamos: ¡oye! ¿tú sabes bailar guayro? "No, yo soy negro ¿Por qué voy a bailar Guayro?" Y el chico, indígena, culturalmente siente la pertenencia.  Eso es lo que nos interesa, el desarrollo de la comunidad va por allí, por la pertenencia étnica y todo eso.

En eso trabajamos, básicamente CEDET se dedica a estos tres temas que nos interesan.  Derechos Humanos como promoción: no hacemos asesoría legal, promocionamos y buscamos que la gente comience a desarrollar sus Derechos Humanos.

Hemos y estamos formando promotores locales a través de nuestra escuela de lideres.  Impulsamos el consultorio jurídico; no necesariamente los que están en los consultorios son abogados, es gente de la comunidad que puede llevar un casito.  Por ejemplo: que no le firmaron al niño, hay que llevarlo a tal sitio… Dándole herramientas y esta gente pueda ganarse algo, cobrándole un mínimo a la gente para ayudarlos, para que nuestros promotores también tengan como sobrevivir.  Si no, pierdes esos promotores; los preparas y, si encuentran otro trabajo, se van. Eso es los centros de asesoría respecto a los Derechos Humanos.

En educación, estamos buscando qué trabajar, hacer algunos convenios con las unidades.  Viene a ser parte del Ministerio de Educación al interior del país, en las regiones, para implementar trabajos del tema que incluyan, dentro de la currícula escolar, el tema afrodescendiente en la región. Es decir, cambiar un poco la tónica de que el Ministerio de la Educación, desde Lima, tiene que orientar la política educativa dentro de la región.  Y no tiene.  Por ejemplo: al chico le dicen "mira un avión" y nunca ha visto un avión, porque por allí nunca pasó uno.  Pero sí le pueden decir del algarrobo y el chico comienza a tener otro tipo de identificación.  Nuestro trabajo viene paralelo con la promoción, con el trabajo educativo y el trabajo de investigación, propiamente.








[...]

Bajo las líneas de este programa, venimos desarrollando nuestra tarea y para eso nosotros también nos relacionamos con otras organizaciones afroperuanas.  Por ejemplo, es el caso de LUNDU, una organización que trabaja temas de Derechos Sexuales y Reproductivos, etc. Nos interesa trabajar una campaña contra el racismo y trabajamos con ellos.  Es una organización bastante seria y viene avanzando, es joven la organización.  Algunos temas de mujeres los trabajamos con CEDEMUNEP, el Centro de la Mujer Negra Peruana.  Hay algunas alianzas a ese nivel. Con las otras organizaciones, tratamos.  Somos bastante francos: no trabajamos con otras organizaciones. Porque tener una línea, primero, no sólo programática, sino política para nosotros es importante: a dónde vamos políticamente.  Podemos tener miles de programas

Por ejemplo: la Mesa Afro del Congreso de la República. Primeramente, tenemos una discrepancia de índole político con ellos. Primero: o es del Congreso o es de la sociedad civil.  Si está dentro del Congreso, debe ser del Congreso; pero no es del Congreso. Ahora, la que la dirige la conozco, es una muy buena persona: Martha Moyano.  Pero su directriz política... Ella es poquimorista y no sólo es eso.  Uno puede pertenecer a un partido político, puede tener una simpatía política, pero, si eres cara visible de una determinada...  Para nosotros el poquimorismo tuvo muchos problemas de Derechos Humanos.  Optamos por no trabajar con ellos, tenemos una discrepancia marcada en el tema de Derechos Humanos.  Pero cuando hablamos de eso, de las organizaciones de Lima, Lima no es del Perú.

Al interior del Perú hay una serie de organizaciones que, si bien es cierto, son organizaciones, no se le dirán de primer nivel.  En Ecuador no. Pero para nosotros son organizaciones comunitarias, que son las que trabajan.  Con ellas hacemos alianza. Hoy día ha viajado un compañero del Museo Yapaterano.  Yapatera queda en Piura, al Norte; el museo es una organización de primer nivel, como le dirían en Ecuador. Nosotros les hemos avalado y han ganado un proyecto para formación de mujeres, etc.  Esa es nuestra función: facilitar herramientas para organizaciones comunitarias y, con ellos, en cada uno de los sitios, apoyamos a algún tipo de organización.

Es interesante ver cómo tenemos que separar las acciones.  Las ONGs, cómo les decimos acá, son las que están en Lima y están las organizaciones comunitarias. Con algunas ONGs sí tenemos algún tipo de relacionamiento.  Ya le dije: Lundu, Decemunep.  Pero, con las organizaciones comunitarias sí buscamos tener algún mucho acercamiento, esa es la razón de ser de la organización.  Todo esto orientado para ver cómo se puede seguir trabajando en el tema.  Por ejemplo, en Chincha, nosotros teníamos acercamiento con la Iglesia a través de padre Lorenzo.  Ahora hay otras organizaciones que vienen trabajando ahí. Pero sí nos gustaría tener un análisis un poco más fino.  No sé, hay cosas más fuertes que se deben trabajar.  Creo que la Iglesia puede apoyar en eso, en el tema educativo.

Es cómo desarrollamos estrategias educativas al interior de la comunidad, que se incluya el día a día de la comunidad dentro de la escuela.  Si no, siempre estamos buscando las cosas de fuera.  Eso es una primera parte: cómo se pueden desarrollar algunos textos escolares, etc., para desarrollar un trabajo educativo de más largo aliento. Otra de las cosas es la visibilización de la problemática negra en sí.  Una visibilización, mas que de cosas, que sea con propuestas políticas, cómo nos podemos juntar, y ese intercambio de Ecuador, Colombia, la región, para desarrollar estrategias conjuntas.  Tenemos que vernos también en el marco de la Comunidad Andina de Naciones.

A nivel ya mucho más de Perú, se debe fortalecer la Pastoral Afroperuana.  Acá la Pastoral no tiene un rol trascendental.  Sabemos que tenemos un cardenal.  A nivel de las razas se puede desarrollar un rol interesante y desarrollar la pastoral.  Desde CEDET, y con muy buenas ganas de apoyar el proceso, se ve muy débil, no sé por qué.

¿Cuáles manifestaciones ha tenido y tiene la Pastoral Afro, aquí en Perú, desde el punto de vista del CEDET?

La última vez conversé con el p. Víctor; lo quise apoyar, tuvimos algún acercamiento.  El quería trabajar algo en El Callao, en el tema educativo mismo.  Le mandé la propuesta, pero parece que le falta fuerza, le falta base social.  De repente al Padre Víctor le falta gente que lo apoye.  El puede ir, pelear en El Callao, discutir allá, pero si no tienes una fuerza social que te diga "oye, si tú no le haces caso al Padre Víctor, nosotros vamos y nos paramos ahí y te gritamos"... Es una mirada que creo se tiene que hacer.

Al interior del país, no he visto pastoral.  Chincha, El Carmen, donde está el padre Lorenzo y donde ha trabajado, no se le ve como pastoral, si no como un trabajo aislado. Si agarramos y desarrollamos una estrategia conjunta, lo que se hace en Chincha, en El Carmen, lo que se hace en el sur del país, lo sumamos como pastoral, podríamos tener otro tipo de mirada.  Lo que se hace allá, lo que se hizo a través de la Iglesia, no hace parte de la pastoral, no lo he visto como parte de ella.  Los dirigentes, los que dirigen la pastoral, no lo incluyen dentro de su propuesta.  Hay que tener un acercamiento asertivo con la comunidad religiosa de ahí.

Son análisis, de repente muy de afuera, puedo estar equivocado.  Le digo, con conocimiento, que lo que se hace en El Carmen, es del Carmen, pero no se ve como parte de la pastoral, siendo pastoral. Ahí se tiene que trabajar, buscar que la gente trabaje mucho más y, como pastoral, tratar de llegar a muchos sitios.

Por ejemplo, en Yapatera, la gente llegó y tumbó la iglesia, la destruyó. Había ciertos problemas con los padres, que cobraban muy caro para bautizar, etc.  Yo le digo las cosas que he visto: tumbaron la iglesia, ahora están haciendo otra.  Otra de las cosas va mas allá: están llegando muchas otras iglesias, desplazando a la iglesia católica.  En Yapatera, por ejemplo, están llegando muchas gentes evangélicas, etc.

¿Los evangélicos tienen una pastoral afro?

No. Ninguna otra organización, a excepción de la católica, ha tenido algún tipo de pastoral. Esa es otra cosa: los afroperuanos son católicos. Ahora es que las nuevas iglesia están buscando entrar en las comunidades, pero los afroperuanos son católicos.  Va a encontrar muy pocos afroperuanos fuera de la iglesia católica.

Por ejemplo, en El Carmen ¿hay si quiera tres iglesias evangélicas en este momento?

No había ninguna. Hace diez años no había. Eso se explica por dos cosas: una es la migración indígena por la cuestión de la guerra; también tienen que agarrarse diferentes cosas. De la población afro muy poca está metida en las otras iglesias.  Trabajando algunas de las cosas de las que le digo, el tema educativo, la promoción de la gente ahí, creo que podemos salvar algunas cosas y comenzar a reestructurar la parte de la pastoral, una propuesta bastante interesante que se tiene.

Puede ser algunas de las cosas discutidas, puede entrar a debate. Pero una cosa que congrega a la comunidad negra bajo un propósito político, católico, político y religioso, a nosotros nos parece interesante. Por ahí podrían ir algunas cosas.  En Chincha hay que seguir fortaleciéndolo y buscar, si ustedes necesitan algún tipo de apoyo para llegar a las otras organizaciones.  Le preguntaba a un compañero ayer, si hay alguna posibilidad de que los Hermanos Combonianos llegaran a Yapatera, para que la gente los conozca y vean otro tipo de referente.  Los podemos apoyar presentando a la gente, llegándole, desarrollando algún tipo de estrategia conjunta para bien de la comunidad negra

También hay un tema interesante: el del desarrollo económico.  En él, la Iglesia también puede tener un factor preponderante. No desde el punto de vista de los agricultores que son la mayoría, si no buscando algún tipo de alternativa de desarrollo para la comunidad.

¿Oswaldo siempre se ha comprometido, desde muchacho?  ¿Se ha asumido siempre como negro, peruano?  ¿O ha habido algo en su camino, en su trayectoria que, de alguna forma, lo ha ayudado a tomar más conciencia?  ¿Ha habido un momento de compromiso?

Vamos por partes: mi familia es de Chincha, mi madre es de allá, mi padre es de Pisco. Pero mi vida ha transcurrido acá en Lima. Hubo un momento de quiebre cuando tuvimos una discusión muy fuerte, en la parte política.  Uno ha sido militante de alguno de los partidos de izquierda; poníamos en relieve que el problema no era de clase, sino un problema étnico.  Al decirlo, tendrían que poner dentro de sus propuestas políticas el tema étnico por delante del tema de clase.  Al interior de estos partidos de izquierda, o del partido que yo militaba, siempre han dicho que es un problema de clase.  Por lo tanto, hubo un rompimiento.  Siempre he estado orientado con mi gente, con mi grupo y con todo lo que es el tema de los grupos étnicos discriminados. Nosotros no sólo tenemos alianza con los indígenas, por ejemplo, en algunas cosas.  Más que tener una manera particular, el punto de quiebre fue cuando, siendo militante de un partido, también eres discriminado por ser negro y comienzas a tomar algún tipo de acción al respecto. Y dices no, comienzas a cuestionar, y te dicen "no, camarada, usted tiene que estar por acá".  Y mandas a rodar todo eso; y comienzas a desarrollar, desde tu propia mirada, lo que es la presencia negra.  Diciendo también y poniendo sobre el tapete, que el problema que tenemos no es de clase, sino un problema étnico.

Los negros, por más que lleguen a la clase alta, van a seguir siendo discriminados.  No es un problema de clase, si no que eres negro o eres indígena. Desde ahí venimos luchando y nos parece interesante que se hayan sumados muchos.  A veces, cuando tenemos la discusión, se dice "sí, pero es más o menos negro", una cosa de más o menos pigmentación.  Es cuestión de compromisos y el compromiso es luchar por esa gente, igual que tú, que estás pasando por la discriminación, por el racismo, por la falta de oportunidades etc..  La estás pasando mal, y ahí es donde va nuestra apuesta, la apuesta personal e institucional.

(Termina la segunda parte)

¿Que es lo mas urgente, usted dijo ya educación, que mas quisieran ustedes para sentir, que de alguna manera la Iglesia esta caminando con ustedes?

Bueno, el tema de educación va por un lado, pero va de la mano con otro tema. Son varias cosas que uno quisiera abarcar, hay un tema, hablo de empobrecidos, que esta muy fuerte al interior de las comunidades; es ver como se desarrollan estrategias económicas. De repente es demasiado amplio, la gente esta perdiendo sus tierras, por decir, como se buscan estrategias de índole económicas para que la gente comience a salir de este letargo. Porque no es solamente (no se que, no entiendo); uno puede tener dinero pero sigue siendo pobra, hay un letargo, hay algo que no los deja avanzar. Y creo que ahí podemos ir conjuntamente, como la Iglesia al interior comienza a desarrollar esa estrategia de educación, pero de la mano con una estrategia de desarrollo económico, no grande, pequeñas iniciativas para que la gente sirva como agente movilizador, porque a través (no se que, no entiendo) organismos. Entonces, de la mano de la Iglesia con unas pequeñas estrategias de índole económico, busco la organización. Porque lo demás son cosas que tiene que hacer el Estado, el tema de salud lo tiene que hacer el Estado: El tema de educación: ¿por que lo pido? Porque podemos trabajar programas educativos locales, muy focalizados.

El tema de salud el Estado lo tiene que solucionar, porque es mucho más grande, y hay otros temas como es el de agua de desagüe que también lo tiene que ver el Estado y son pequeños micro prendimientos que pueden ir con la Iglesia a través de intercambios comerciales. Yo sigo pensando, antes era San Lorenzo, Esmeraldas, ampliar la cobertura a Panamá, no a nivel como lo pensaban los otros compañeros, porque tengo algunas discrepancias, pero si se puede desarrollar algunos intercambios.

Y el acompañamiento espiritual: la gente necesita mucho apoyo moral, espiritual, la gente necesita creer y creo que si es que la gente no cree, no avanza tampoco.

La gente necesita tener alguien que los guíe; pero no un guía político, si no espiritual, llegar y creo que ahí es el acompañamiento también que se necesita, como la gente comienza a recreer. Porque la gente esta dejando de creer, porque esta pensando en que no tiene que comer y el problema no es que no tengan que comer, sino como comer. De repente te estoy diciendo cosas muy amplias, pero decirte cosas de otro tipo, donde la Iglesia podría apoyar, seria de repente comprometerlos en algo que no lo podría hacer. Entonces yo creo que el tema educativo y el tema de micro emprendimiento, hasta llegar a la organización, no se. De repente, podría estar pensándolo, porque nosotros tenemos el tema de Derechos Humanos, también nos podrían apoyarnos en el tema de Derechos Humanos, pero no quisiera ampliar mucho la cobertura,

(3.42) Me interesa este discurso de la necesidad de creer. Usted piensa que las comunidades tradicionales negras, las personas negras, ancianos, ancianas: una se me presento, yo soy la rezandera del pueblo, de las novenas que usted conoce, que tienen allí una fuerza que puede hoy día motivar a los jóvenes y también motivar a los que se comprometen en una lucha política para ser fieles, honrados con Dios, con el pueblo, con su tradición. ¿Hay figuras, hay gente negra, que en este sentido han sido como los maestros espirituales, que los sabios que han podido dar un aporte que puede servir hoy como gasolina para caminar?

Claro. Hay mayores y hay que aprovecharlos, gente mayor y hay que identificarlos en cada una de las comunidades, porque también se nos están yendo. Entonces, ellos con una mirada saben que paso en el pueblo y son los guías espirituales; hay que comenzar a rescatarlos, a halarle algún tipo de información porque tienen mucha información.

Lo que no se hace mucho no: los talleres intergeneracionales que los chicos escuchen a tres o cuatro personas mayores diciendo como era el pueblo anteriormente. Entonces, es diferente, ellos van a comenzar otro tipo de visión de lo que era su pueblo, no se van a querer ir de su pueblo, van a respetar a los ancianos y van a buscar que sirvan de motor, si no nos estamos olvidando de eso, esas personas mayores, esos sabios mayores los estamos dejando que se mueran y sin haberles sacado, en el buen sentido de la palabra, todo lo que ellos pueden dar, y de repente pueden vivir mas porque se siente útiles. Hay veces: no mira que el viejito que se quede allá dentro. Sacarlo que ellos conversen con los niños, con las mismas madres y van a servir de guía espiritual, la mayoría de ellos son muy cristianos.

Entonces, creo que por allí también se podría hacer una serie encuentros. Seria excelente hacer un encuentro de viejos: tres de cada una de las comunidades, donde se sientan personas de 60, 70 años y comienzan a contar sus experiencias, sistematizar eso. ¿Cómo era el Carmen, cuando usted era joven? Mira, hacíamos el dulce así, íbamos a la fiesta así. Y solamente para que ellos hablen, para que no hagan otra cosa que hablar; hacerle algunas preguntas motivadoras, dos días y les sacas de todo a los señores. Y ese es un libro bonito y los comprometes para que ellos regresen a su comunidad para que sigan trabajando.

En miles ¿Cuántos piensa que haya negros peruanos en Lima y fuera de lima y en total cuanto, según las estadísticas del gobiernos, según las estadísticas de las ONGs y según las estadísticas del Movimiento Negro?

Según las estadísticas del Estado, dice que somos el 1% a nivel nacional, 280 mil, las ONGs, blancas, nonos mira y nosotros decimos que somos el 8%, debemos de ser entre un millón y millón y medio. Dicen que somos un diez, 10% que podría ser, pero hay que hacer un análisis también retrospectivo. Un 8% correspondería a un millón seiscientos mil, es representativo, de los cuales un 60% vive acá en Lima.

(9. 17) ¿Se puede decir con datos oficiales o con datos que ustedes tienen a la mano que el grupo negro, como tal en Perú, del campo de la ciudad frente a los mestizos o los indignes, de alguna forma son discriminados por falta de equidad, de oportunidades y hasta en las mismas estadísticas básicas, como es salud, escuela y todo se puede demostrar; por ejemplo, que en los pueblos donde hay afro y en esa región tienen, dan menos resultados que los mestizos o los indígenas?

Mira: primero, hay en un libro El Pueblo Afroperuano y Derechos Humanos, hemos trabajado lo que es la auto percepción de la gente, como se siente la gente; un 52%, 53% dice que es pobre y un 22% dice que es extremadamente pobre, es decir, estamos hablando de un 88% que se siente pobre. Después les preguntamos, si se sienten mucho más pobres, mas discriminado que los indígenas. Hay un buen porcentaje que se siente mas discriminado que los indígenas. Porque se sienten más discriminados, porque los programas de salud, los programas de alivio a la pobreza, los diferentes programas que hay del Estado, van dirigidos para los indígenas y no para la comunidad negra.

Por lo tanto, si a mí no me tienen, no me contemplan, soy discriminado. Con respecto el tema de salud, en las comunidades negras, hay colegios, hay colegios muchas veces primarios, nada mas, tiene que ser muy grande como en el Carmen, que puede haber secundario, que es capital del distrito. Pero más allá de que hay un colegio, la situación del colegio, los profesores, las carpetas, ¿esos chicos tienen computadoras? Con esto de, hay un trabajo muy fuerte que ha hecho el Estado sobre implementación de computadoras en los colegios; en muchas de las comunidades negras no hay, en muchas, no digo que en todas. Son cosas que el Estado, de repente como no te ve como grupo étnico, entonces no hace políticas de educativas, políticas de salud para grupo negro. Ahora hace poco, el siete de diciembre, el presidente de la República pidió perdón, pide perdón; para nosotros es un logro, pero el contexto en que lo pide, hay que hacer un análisis del contexto.

Primero que el 4 de agosto el Estado peruano tuvo un análisis de la situación de los Derechos Humanos de las poblaciones, donde nosotros como CEDET, después, allí tengo el correo, le voy a enviar el documento soba que nosotros hicimos, que se le dice sombra, un documento alternativo. Entonces, de ahí vienen las recomendaciones que hacen las Naciones Unidas al Estado peruano y ahí se mira que los afro peruanos tienen esto… por primera vez en un documento sale que a los afro peruanos les falta esto, las estadísticas y ustedes tienen que implementar alguna medida. Entonces, inteligentemente, políticamente hecho, por parte del presidente de la República, lo felicito por esa parte, lo primero que hace es el perdón histórico, con eso se está lavando las manos, pero las políticas públicas ¿cuando salen? Porque de perdón no se vive.

Ya el perdón es un acto público, bonito, pero vamos hacer algún tipo de políticas públicas y en su discurso. Pero vamos hacer la política educativa, tres o cuatro políticas. Pero no lo ha hecho, entonces. El gobierno sale en año y medio, comienza la carrera política, vamos a ver si los partidos políticos, comienzan a meter el tema, y va ser un punto de análisis. Si los partidos políticos comienzan a meter el tema afro dentro de sus propuestas y si no lo ponen es que seguimos siendo invisibles, es que también hay una serie de análisis que nosotros tenemos que hacer. Como le digo, en políticas públicas, la mayoría de las comunidades de la costa, las más pequeñas no tienen servicio de desagüe, pueden tener agua pero no tienen desagüe, tienen luz la mayoría, pero no hay desagüe que es servicio básico y cualquiera se puede enfermar.

Hay veces, hacer un análisis, un paralelo con los indígenas también, no es bueno porque son diferentes espacios territoriales. Yo le puedo decir, una comunidad indígena de la sierra, que está a cuatro mil doscientos metros y la ultima la capital esta a diez kilómetros o quince kilómetros y no tiene luz; bueno hay un problema de lejanía etc. O no tiene desagüe o no tiene pista por eso. Pero en una comunidad negra que esta a cinco minutos de la capital del distrito y que no tenga servicio básico: eso es otro tipo de análisis. No es igual. Por eso al hacer es que a veces al hacer las evaluaciones, cuando los economistas, los grandes algunos economistas hacen sus análisis, no ven ese tipo de cosas. Yo vivo al costado del centro histórico, del costado y todo lo demás, pero mi situación es paupérrima. Y dicen: estos están mejores que la comunidad. Por eso es que yo a veces trato de no hacer un paralelo, porque también es enfrentarlo: quien es más pobre que el otro. Pero como le digo, somos el 8%, según nuestro… Y les prometo que para marzo vamos a tener un acercamiento mucho más certero de lo que es la situación económico y social de la comunidad negra.

(16. 30) ¿En la constitución aparece?

No. Nada, ni el nombre. El único decreto supremo donde tenemos un espacio, y es porque lo hemos luchado es en el Plan Nacional de Derechos Humanos que se hizo en el 85, que también hay una parte en ese libro rojo, ahí es la primera vez que se habla de los afro peruanos y le da algunos puntos que le deberían de dar.

(17. 3) ¿En el próximo censo entra o no entra el ítem color o auto-reconocimiento?

El próximo censo es en 2017; entonces lo que si estamos escuchando es que se harán encuesta de hogares o algo por el estilo. Si no buscar nosotros implementar encuesta más precisas de hogares, pero bueno.

¿Ustedes no podrían hacer lo mismo que hicieron en Paraguay?

En eso estamos, sino que hay que buscar la fuente de financiamiento. Vamos a ver si por intermedio… La YAF fue la que apoyo ese proceso en Paraguay, conjuntamente con el BIP, el BIP Y la YAF. Voy a tener una conversación, vamos a ver si podemos hacerlo, primero hay que convencer al director del INEI, señor Kisten, que es necesario hacerlo, tenemos un acercamiento con la Universidad del Pacifico, que es una universidad de elite acá, bueno abre las puertas, y ver algunos otros aliados. Voy a volverlo a conversar con esa gente para ver si es que podemos implementar un censo o un mapeo, aun que sea; a nivel de la comunidad no hay problema, a nivel de Lima si es el problema, porque está muy disperso, se puede hacer y además nosotros tenemos identificado y ahí cuando vea en nuestra presentación institucional, ahí está el mapa geoétnico y ahí va a ver donde estamos ubicados, todo eso.